Las redes sociales ahora se usan así
Algunos pensamientos sobre lo que hacemos con la comunicación de la iglesia y el uso de la tecnología.
Me resultó complicado armar el título de este envío porque hay un fuerte entrecruce de ideas sobre lo que hoy vale la pena profundizar y la necesidad constante de impulsar creatividad en todo lo que hacemos.
Los tiempos cambian y todo requiere revisarse, porque en estos tiempos nada crece sin etapas de investigación, implementación y redirección.
En mi forma de ver, las redes sociales ya están muriendo en su sentido más intrínseco, ya que aquel sueño de conectar y lograr resultados por el mero uso de las tecnologías fue cumplido con creces y hasta sobrepasado por las ganas interminables de ganar dinero y copar el tiempo de nuestra vida diaria.
La interacción hoy es limitada, el esfuerzo por lograr estándares es costoso (en tiempo y muchas veces en dinero) y no podemos dejar de contar que somos muchísimos haciendo lo mismo y compitiendo por la misma atención.
La comunicación de iglesia seguirá estando en Facebook, Instagram, YouTube, X o TikTok, pero la mirada tiene que estar mucho más allá de todas esas vidrieras.
Definiciones claras
Las estrategias de 2024 y lo que venga por delante, necesita una mirada global, integradora y transversal, donde no solo se trate de completar casilleros en plataformas, sino que el fin de cada proceso sea ganar calidad en los vínculos y profundidad en el conocimiento de las propuestas.
La Inteligencia Artificial acelera procesos y abre caminos, pero tampoco es el centro de todo, los influencers ya no tienen efecto para una comunicación directa como requieren nuestras iglesias y las transmisiones en vivo han quedado en el ocaso sin crecimiento real para lograr mejores resultados.
Por eso la gran oportunidad de hoy es impulsar ideas que conlleven atracción con soluciones reales y que estas provoquen decisiones reales y efectivas para atraer, abrazar, enseñar e involucrar.
Prioridades
El amor por las personas que no conocen a Jesús es muchísimo más importante que las estrategias y la planificación. Nunca se debe priorizar “la tendencia” por sobre LA MISIÓN.
Las redes sociales quedan como un paso más hacia el gran objetivo y no se debe correr como si estas fueran el único y real canal para lograr objetivos. Sigamos usándolas con claridad, permitiendo que talentos de nuestra iglesia se sumen para desarrollar sus talentos, pero decidamos practicar acciones que traigan mayor efectividad.
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